Las barricas: origen e historia
Las barricas: origen e historia

La barricas existen desde hace más de dos mil años porque eran el recipiente utilizado para conservar el vino en las bodegas y transportarlo. Su origen se atribuye a los Celtas, aunque fueron los romanos quienes popularizaron su uso al darse cuenta de sus ventajas en cuanto a manejo, resistencia, poca permeabilidad y dimensiones, ellos la implantaron en todas las zonas vinícolas del Mediterráneo.

En un principio, las maderas más empleadas eran las de pino, cerezo, haya, fresno, castaño, acacia y abeto pero con el tiempo se impusieron las de roble. El roble era un tipo de madera abundante en Europa que, además de muy resistente, le aportaba una serie de características gustativas y olfativas favorables al vino.

En el siglo XVI, el comercio marítimo consolida el uso de los recipientes de roble modificando el tamaño de las barricas de los 250 litros utilizados para el transporte terrestre hasta los 500 litros. Todavía hoy se utilizan así para la elaboración de los vinos de Jerez, Madeira y Oporto. Actualmente, el tamaño estándar de las barricas es de 220 litros, aunque algunas son de 225 litros (llamadas "bordelesas" por ser el tamaño usado en Burdeos) y otras llegan a los 300, como las empleadas para conservar los vinos de Borgoña.

En las travesías de larga distancia hacia las colonias europeas,  las barricas de roble pasaron de ser recipientes de transporte a recipientes de crianza, puesto que participan activamente en la evolución y desarrollo de su potencial.

Existen varios factores que hacen que la elección de la madera sea uno de los factores más complicados y decisivos a la hora de elaborar un vino de calidad suprema: origen, edad, curado o secado del roble, domado de la barrica, unión de las duelas, tipo de tostado, lavado de la barrica nueva, taponado, rellenado, …

 

¿Roble americano o roble francés?

Hoy en día, con la madera de roble consolidada como la una de las mejores (si no la mejor) para la crianza del vino, la pregunta es: ¿qué tipo de roble hay que usar para cada vino?

Son muchas las variedades de roble a elegir, según el vino que vayamos a elaborar, como el roble ruso, el español o el húngaro. Pero, por encima de estas, sobresalen las variedades de roble francés y roble americano. Normalmente el americano tiene unos aromas más obvios a madera y destacan las vainillas, mientras que el francés, al tener el poro más estrecho a nivel morfológico, respeta más el sabor del vino.

 

El "estilo Beronia"

En Beronia, el 95% de los vinos son tintos, con vocación de realizar largas crianzas en barricas de roble francés, roble americano o barricas mixtas, que tienen las duelas de roble americano y los fondos de roble francés y aportan al vino una mayor complejidad de sensaciones.

Matías Calleja, enólogo y Director Técnico de Beronia, transmite su personalidad a los vinos que elabora desde los orígenes de la bodega. Esta personalidad dota a sus vinos del llamado "estilo Beronia". Beronia cuenta con más de 30.000 barricas de roble francés, americano y mixto, ya que el material de la barrica juega un papel fundamental en el proceso a la hora de conseguir el "estilo Beronia", por lo que la bodega lleva años experimentando con cómo el vino reacciona a diferentes tipos de madera. Este carácter innovador es el que ha llevado a las Bodegas Beronia a ser pioneras en la utilización de la barrica mixta. 

Algunos de los vinos de crianza en barrica mixta más destacados son: Crianza, el cual pasa 12 meses en depósitos y otros 12 de crianza en barrica mixta; Reserva, con 20 meses en barrica mixta y 18 meses en botella antes de salir al mercado; Ecológico, permanece un mínimo de 6 meses en barrica de roble mixto; y, por supuesto, el Selección de 198 Barricas, elaborado con una selección de uvas procedentes de los viñedos de más de 60 años. Este vino envejece en una selección de las mejores barricas nuevas y mixtas durante 24 meses.