La creación de barricas es un proceso altamente especializado que se realiza de manera artesanal y sigue una serie de pasos, como son la selección de la madera, el secado, el armado y el tostado. La barrica transferirá aromas y sabores al vino durante su crianza.
Selección de la madera
El primer paso es seleccionar la mejor madera. Esta debe tener unas características como la permeabilidad, baja porosidad, tamaño del anillo, densidad, durabilidad… por todas esas características necesarias la madera que mejor cumple los requisitos es la de roble en la que destaca el roble francés y el roble americano.
Secado
Una vez seleccionada la madera ha de secarse por dos razones: para reducir el contenido en taninos verdes que aportarán amargor al vino y para eliminar el agua y así asegurar la estabilidad de la madera elegida.
Para eliminar los taninos, se debe secar la madera a la intemperie, en lugares con donde la pluviometría sea regular y alta, de en torno a los 1000 mm. anuales y con una temperatura media de 15ºC a 20ºC.Por este medio no se elimina toda el agua. También puede secarse de manera artificial con estufas, pero no se eliminan todos los taninos por lo que se recurre a la combinación de ambas técnicas para el secado.
Armado
Una vez secas, las duelas se cortan a la misma altura, más estrechas en sus extremos y un poco inclinadas en los laterales. Cuando ya han sido seleccionadas las que conformarán la barrica, se disponen hasta que suman la distancia exacta del perímetro de la barrica. Después las duelas se colocan una a una dentro de un aro galvanizado para comenzar a armar la barrica.
Tostado
Se han de domar las duelas para conseguir la curvatura y esto se hace a través de fuego de leña que se coloca en el interior de la barrica. Con el calor se irán ablandando y será más fácil darles la forma con los tensores.
Mediante el tostado se seca completamente la madera y dependiendo del tipo de tostado ligero, medio o intenso, la barrica aportará al vino unos aromas y sabores diferentes.
Comprobación
Cuando la barrica está terminada, se llena de agua para comprobar que no hay ninguna fuga. Si se detecta que alguna duela no es de la calidad esperada, es el momento de cambiarla. Y ya están listas para ser usadas.
Lo idóneo es que las barricas sean utilizadas nada más fabricarse.
Puedes saber más sobre los tipos de barrica utilizados en Beronia en este post:
http://www.beronia.com/es-es/blog/el-estilo-beronia-y-barricas-mixtas/