Las variedades de viñedo en La Rioja
Las variedades de viñedo en La Rioja

La Rioja se ha ganado por méritos propios el título de Denominación de Origen Calificada. Hoy queremos rendir un homenaje a nuestra tierra y vinos mostrándoos todas las variedades de viñedo que se cultivan en La Rioja.

 

Las variedades de viñedo disponibles en La Rioja

Tempranillo: Esta variedad de uva es autóctona de La Rioja, es la más característica de nuestra denominación de origen y forma parte primordial de su identidad ya que ocupa tres cuartas partes de la superficie del cultivo. Es una variedad muy versátil, que da lugar a vinos equilibrados con buen color y acidez. Además, sus cualidades propician un largo envejecimiento. Como su propio nombre indica, es una uva con un ciclo de maduración corto. Es una de las variedades de uva más populares de España y está presente en 28 denominaciones de origen.

Graciano: Es la segunda variedad autóctona de La Rioja por orden de importancia. Requiere suelos arcillo-calizos con frescura, con baja fertilidad y una maduración tardía. En cuanto a sus características, permite elaborar vinos con buena acidez, color  intenso y alto contenido polifenólico.

Mazuelo: También conocida como Carignan Noir por su origen francés, es una de las variedades de viñedo más antigua de La Rioja. Aunque a día de hoy su cultivo no está muy extendido (tan solo ocupa el 3% de la superficie de Denominación), es una de las variedades más productivas entre las tintas. Se utiliza como complemento perfecto para el Tempranillo, añadiendo taninos, alta acidez y color estable.

Garnacha: Es la variedad de origen español que más se cultiva en todo el mundo. La garnacha fue durante muchos años la variedad más cultivada en España y en La Rioja se utiliza mucho como complemento perfecto a la Tempranillo por su estructura y características aromáticas.

Viura: La principal variedad blanca cultivada en La Rioja. Muy productiva y con buena acidez, con ella se obtienen vinos afrutados, tanto jóvenes como de crianza.

 

Otras variedades:

En La Rioja encontramos otras variedades no tan reconocidas que enriquecen y complementan nuestros vinos  como:

Maturana tinta: Variedad con un racimo pequeño y compacto, de baya también reducida. Con un color rojo violeta intenso, tiene un contenido alto en antocianos y una acidez alta, haciendo que sus vinos tengan un paladar estructurado con persistencia media.

Maturana blanca: Es la variedad más antigua de la que se tiene constancia en La Rioja, pues había escritos sobre ella allá en el siglo XVII (1622). Es una variedad bastante fértil con el racimo pequeño, al igual que su variedad tinta. Lo más característico de esta variedad es un bajo pH, alta acidez y sensibilidad a la botrytis.

Malvasía de Rioja: Esta variedad de Malvasía puede ofrecer vinos blancos de gran calidad. El racimo cuando llega a su maduración presenta un color amarillo rosado con destellos rojizos, dotando untuosidad y gran intensidad aromática.

Garnacha Blanca: Es la variedad que menos superficie ocupa de todas las autorizadas en Rioja. Muy parecida en su comportamiento enológico a su hermana de color tinto, ofrece vinos alcohólicos ricos en extracto con escaso aroma y acidez. Se cultiva en zonas frescas produciendo un vino agradable y con buena acidez.

Tempranillo Blanco: Procedente de una mutación genética natural a partir de un sarmiento de Tempranillo Tinto, posee un racimo de tamaño mediano y suelto, con la baya ligeramente aplastada.  La acidez se mantiene elevada, presentando una concentración elevada en compuestos volátiles con aromas afrutados. De color amarillo verdoso, el aroma se describe como varietal característico, afrutado intenso a plátano, cítricos y frutas tropicales. Su paladar es equilibrado, con estructura y persistencia media-larga. No existe en ningún otro lugar del mundo.